La política energética de la UE
El contexto sociopolítico de los últimos años ha servido para replantear cuestiones relacionadas con la política energética de la UE (Unión Europea). La transición energética y ecológica, los conflictos armados y la utilización de los recursos naturales en la geopolítica han provocado que los estados revisen sus preferencias, persiguiendo nuevos objetivos como la descarbonización de la economía o la menor dependencia energética.
Mercados más estables e impulso al autoconsumo
En el Parlamento Europeo se ha acordado una reforma para reducir la volatilidad de los precios de la energía, y hacer el mercado más estable y menos sensible a sucesos externos. A falta de su aprobación definitiva, se busca una mayor protección para los consumidores y agilizar la implantación de las energías renovables. Esta propuesta se suma a la de septiembre, que elevó la cuota de renovables en el consumo de la UE al 42,5% para 2030. Por otra parte se estableció el 45% como escenario ideal para los estados miembros.
Uno de los principales impulsos de la política energética de la UE tiene que ver con el autoconsumo compartido. El acuerdo expone que los clientes “tendrán derecho a sistemas de uso compartido de la energía (uso, uso compartido y almacenamiento de energía autogenerada)”. Con su aprobación los consumidores dispondrán de un acceso más sencillo a la energía renovable. Éste incluye la generación a través de paneles fotovoltaicos y la posibilidad de la venta de los excedentes energéticos. Para entender el desarrollo de la energía fotovoltaica en esta década, en octubre analizamos el PNIEC de España a partir de las directrices de la Unión Europea.
El precio de la luz, de nuevo a debate
En el ámbito nacional, con el inicio de la nueva legislatura política se está debatiendo la continuidad de las medidas para reducir el precio de la factura eléctrica. La reducción del IVA y del Impuesto Especial sobre la Electricidad finaliza el 31 de diciembre del 2023, tras haberse prorrogado en numerosas ocasiones. Durante el mes de diciembre se debatirá la conveniencia de mantener estas rebajas o volver a la situación anterior. Se estima que con estas medidas económicas el Estado dejó de ingresar 5.000 millones de euros.
Las medidas acordadas en el Parlamento Europeo a corto plazo no supondrían una rebaja significativa en la factura de la luz. El impulso de la energía fotovoltaica y el resto de renovables, y el fomento del autoconsumo ya mencionado permitiría alcanzar una menor dependencia energética de los combustibles fósiles. En consecuencia, unos precios de la energía más estables repercutirían positivamente en los consumidores y en el gasto eléctrico.
2024 será un año interesante para el contexto energético. En junio se celebrarán elecciones al Parlamento Europeo, que condicionarán la política energética venidera. En el corto plazo más inmediato se está celebrando la COP 28 en Dubái, que finalizará el 12 de diciembre, y cuyas propuestas influirán en las medidas que se planteen en el futuro. El nuevo año también servirá para medir las actuaciones tanto a nivel europeo como nacional, y con la proximidad del ecuador de la década, revisar o acelerar los acuerdos de la presente década para alcanzar los objetivos establecidos.