Claves de la energía solar fotovoltaica

Atardecer en un parque solar fotovoltaico. | Pixabay.

En la última década las renovables han incrementado su presencia y su valor en España, creciendo su importancia en la generación de energía. Paralelamente, la sociedad ha adquirido un mayor conocimiento y capacidad crítica, y cada día es más inmune a los análisis simplistas sobre promesas de empleo para las personas de la comarca o altos ingresos inmediatos para las administraciones. De esta forma, cobran importancia otras claves de la energía solar fotovoltaica relacionadas con el impacto visual y medioambiental, las consecuencias sobre el ecosistema y los responsables que se encuentran tras los proyectos.

Las energías renovables, presentes en el debate público

El debate se ha trasladado hasta las salas de cine, donde en 2022 dos largometrajes españoles se centraron en la influencia de las energías renovables en municipios rurales: Alcarràs, de Carla Simón, y As Bestas, de Rodrigo Sorogoyen. Este último, ganador del Premio Goya a mejor director, fue más allá y finalizó su discurso con el lema “Energía eólica sí, pero no así”. Esta proclama mostraba su apoyo a Sabucedo, una región gallega que instalará un parque eólico rechazado por la sociedad civil, ya que en la zona viven miles de caballos salvajes que forman parte del modo de vida de sus habitantes, donde anualmente se celebra la «rapa das bestas» (captura, desparasitación y posterior puesta en libertad de caballos salvajes).

Este punto de vista no es nuevo, ya que diversos colectivos contrarios a las energías renovables aprovechan estas corrientes para convertir el escepticismo en la negación de la transición ecológica a la vez que muestran su apoyo a la continuidad de otras energías contaminantes. Para evitar las corrientes reaccionarias y resolver los conflictos entre el estilo de vida de las personas residentes y la instalación de energías renovables, está comenzando a desarrollarse una tercera vía que consiste en la apertura de un proceso de escucha y diálogo con la ciudadanía, convirtiendo la imposición en colaboración, protegiendo el entorno e invirtiendo parte de los beneficios recogidos en las comunidades locales.

Las energías renovables y la protección del ecosistema son complementarias, sin necesidad de ser excluyentes.
Imagen del rodaje «El hombre que mató a Don Quijote» (2018).

Los hechos silencian el ruido

No deben ignorarse otras claves de la energía solar fotovoltaica como el desafío de la integración de la energía solar en el paisaje rural y urbano, el cual analizamos en el último artículo. La adaptación de las instalaciones eólicas y fotovoltaicas al entorno, la energía agrovoltaica y el autoconsumo representan opciones en positivo y forman parte de una solución que beneficia a todas las partes. En referencia al autoconsumo cabe destacar su progresivo aumento, en parte gracias a la eliminación de trabas como la reciente supresión en el País Vasco de la obligatoriedad de la licencia de obras para la instalación de paneles solares, o el impulso por parte del Ministerio de Transición Ecológica de las comunidades energéticas que ya benefician a casi 100.000 personas.

No se debe caer en el falso dilema entre elegir energías renovables o proteger el ecosistema. Dichas opciones pueden ser complementarias sin necesidad de ser excluyentes, puesto que las energías renovables forman parte del cambio. También hay que asumir el cambio en el modo de vida de las personas y su estrecha relación con el medioambiente, por lo que cobra gran importancia la labor didáctica y la participación ciudadana para evitar que las dudas y el escepticismo sean aprovechados por movimientos reaccionarios e interesados que no aportan nada positivo al debate.

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